20.7.08

NUMEROS

El resultado de las elecciones del gremio nos dio la razón: fue una farsa. Lo que se pinta como "alta adhesión" sólo confirma que la APT está sufriendo un serio vaciamiento. Votó sólo el 60 % de un padrón inflado en términos aún poco claros. Prueba de ello son los 179 votos recogidos en ciudades, como si el nuestro fuera un sindicato de empleados municipales y no de trabajadores de medios de comunicación (el Estatuto indica que debe confeccionarse un padrón por cada empresa periodística, y nada dice de ciudades). Además, habría que analizar caso por caso los votos emitidos en la urna volante (93) y en la de la sede de la APT (69).
El abstencionismo fue alto, como también el número de votos en blanco admitido por el oficialismo. En la mayor parte de las empresas, el índice de abstención fue muy grande, y en algunos casos llegó al 80 %.
Teniendo en cuenta que había sólo una lista, y con estos números truchos en contra, se entiende y se confirma la razón por la que se hizo lo imposible para que la oposición no pueda ser parte de la compulsa electoral. Tenían razón en temer por sus privilegios, y el miedo no es buen consejero en estos casos.
La legitimidad del gijenismo está en su peor crisis, y sus métodos de acción política sólo hacen prever que este proceso se acentuará.
Con los números de las elecciones a la vista (publicados en primerafuente) y los antecedentes de la campaña sucia que precedió al acto electoral, cabe preguntarse a quién representa esta nueva/eterna Comisión Directiva.
El problema ahora no es discutir quién ganó, sino tener claro quién perdió: nuestro gremio y todos los que formamos parte.

17.7.08

El viernes no voto

* Posición de Facundo Pereyra.-
Hicimos lo posible, pero no alcanzó. Recurrimos a la Justicia cuando comenzó este proceso electoral que nació viciado, porque creimos necesario que alguien imparcial garantizara transparencia, legalidad e igualdad de oportunidades. No encontramos lo que buscábamos, y puertas adentro de nuestro gremio pasó lo que suponíamos: chocamos con el aparato, el dinero, los "militantes" rentados, la campaña sucia, la mentira, el anonimato. Sabíamos que los números del padrón de afiliados había cambiado bastante desde las últimas elecciones, y por eso en febrero pedimos formalmente que se nos entregaran copias; pero no hubo respuestas.
Hoy vemos que son 200 los nuevos miembros del gremio. Y no se abrieron tantos medios ni hubo inspecciones para regularizar a trabajadores en negro que justifiquen el crecimiento. Y también vimos el deterioro de las condiciones de trabajo en la gran mayoría de los medios de la provincia, con despidos incluidos. Estábamos atentos cuando los dirigentes se ocupaban de tirar bombas en una sola empresa, aunque el reclamo haya sido legítimo, y se “olvidaron” de los demás compañeros.
La reacción del oficialismo ante nuestra presencia en el proceso electoral, mostró tenía demasiado para perder. Se comportó según su visión de la política, en la que no hay disidentes o rivales electorales, sino enemigos. Así se comportaron varias veces, y es motivo de desvelos de quienes queremos transparencia, ética y valores en la actividad gremial.
Muchos compañeros creyeron en este proyecto y en la posibilidad de cambiar la realidad y mejorar la situación laboral en general. Ocurrió también con empleados de la Obra Social, que fueron despedidos o removidos de sus puestos de trabajo como represalias a fantasmas propios de quien teme perder privilegios y poder. Sería muy preocupante que continuara la campaña de hostigamiento y persecución.
Y es ese criterio el que limita la libre participación de los afiliados; es, así, una de las herramientas usadas para perpetuarse en el podeer político y económico de nuestras organizaciones. Quienes alguna vez formamos parte de la conducción gremial junto a algunos de los actuales directivos, sabemos que la transformación que sufrieron fue grande y catastrófica. Los peores vicios de la política fueron asimilados como verdades absolutas, y se aplican sin reparos. En aquel momento confiamos en que podríamos evitar deformaciones, y cuando nos dimos cuenta de que se habían perdido los horizontes, nos fuimos para construir el futuro desde otro lugar, sin perder los principios y rechazando la tentación del dinero.
Por lo demás, existe la tranquilidad de haber hecho lo posible, junto a un grupo de compañeros con los que se puede construir a pesar de las diferencias. Porque lo importante es que coincidimos en que se puede pelear seriamente contra el trabajo en negro y la desigualdad salarial. Que se puede tener una Obra Social próspera que cumpla con sus obligaciones con los afiliados de origen, que deberíamos tener el mejor servicio más allá de la empresa en la que trabajamos. Porque es nuestra, y si hay superávit debe distribuirse equitativamente.
Tenemos propuestas y sabemos que la fachada del gremio y de la Obra Social no puede durar mucho en pie, porque la base está corroida desde lo ético y lo moral. La única forma de volver a darle fuerza a la estructura es con la apertura de la participación democrática, sin aparateadas ni prebendas.
Tan seguros estamos, que seguiremos haciendo lo posible. Parte de eso es no participar de ninguna manera en la farsa electoral de este viernes. Porque no se puede seguir tratando de hacer lo posible con gente capaz de hacer lo imposible para seguir disfrutando con el dinero y el esfuerzo de todos nosotros.
Es posible, y de nosotros depende hacerlo.

Este viernes no seamos cómplices. No votemos, nos sumemos a la abstención activa para no convalidar en las urnas lo que no ganaron en el debate que impidieron. Hace tres años dibujaron los resultados, adjudicándose votos en blanco. Defendamos la democracia.

Facundo Pereyra
Afiliado 906
Delegado de Redacción de La Gaceta

El viernes no votaré (el estatuto me lo impide)

* Posición de Julio Valenzuela.-
El planteo de Jade y Facundo no es una mera formalidad, como se pretende hacer aparecer. Es más, lo apoyo incondicionalmente y -por la histeria blogeril- parece que todos lo saben.
Compañeros, está a punto de consumarse una farsa descomunal que tiene como escenario la Asociación de Prensa.
Creo que directamente no hay que ir a votar ya que el proceso es del todo nulo y -tarde o temprano- la Justicia fallará sobre la cuestión de fondo planteada Y TODO VOLVERA A FOJAS CERO.
Esta cuestión de fondo es simple y resolverá sobre si una patota puede vulnerar las normas claras del Estatuto de la Asociación de Prensa sobre quien es quien en nuestro gremio para decidir sus destinos.
En las elecciones de julio de 2005 (ver la gaceta), el gremio decía que había 562 afiliados y ahora dicen que somos 736. Verso total.
Por qué? Porque en 3 años la APT "descubre" 174 nuevos "compañeros" pero no le avisa ni a la secretaría de Trabajo ni se anima a averiguar el domicilio laboral de esos "nuevos" 174 compañeros.
Dónde están esos nuevos "compañeros". Dónde trabajan?, preguntamos hasta por carta documento. Nada se nos respondió.
Entonces, la pregunta se hace inevitable: ¿Somos realmente 736 los afiliados a la APT en condiciones de elegir a quienes nos defiendan de las patronales?
Nosotros tenemos la certeza de que la mitad del padrón no está en condiciones de votar por que no reúne ninguno de los requisitos del Estatuto para ser afiliado pleno (tal mi situación personal que me impide elegir y ser elegido). Tenemos la certeza también, de que no hay registros ni fichas de afiliados, ni manejos contables serios,ni política gremial, ni honestidad ni ética ni cojones y muchas otras certezas más.
Si la conducción del gremio oculta el registro oficial de afiliados y se debe recurrir a la justicia para que se informe, estamos ante una situación muy grave.
Si la conducción del gremio, supone que tiene más derechos que los que el Estatuto le confiere, estamos en problemas compañeros.
Y el Estatuto de la APT es claro y deja afuera cualquier intento de manejar los destinos del gremio a fuerzas exógenas que, basándose en la necesidad de los precarizados, la explote de manera clientelar.
Sin embargo, hoy estamos padeciendo una situación que no tiene parangón en nuestra breve historia sindical: LA UNICA CONQUISTA que puede exhibir a la sociedad el gremio de los periodistas tucumanos es el hecho de que nuestra obra social soporta financieramente las cargas sociales que deberían sostener las patronales. En especial, nuestra obra social -de fama ganada en otros tiempos de honestidad y austeridad en su conducción- suple los incumplimientos de aquellas patronales ligadas a proyectos político-electorales de la provincia. ¿Qué paradoja no? El gremio de los periodistas no sólo se somete al aparato clientelar que gobierna la provincia, sino que ADEMAS LE FINANCIA SU PROPAGANDA MEDIATICA!!!
Ejemplos? sólo un botón de muestra. El diario EL SIGLO, que ha recibido indirectamente más de 4 millones de pesos en concepto de aportes a la obra social que nunca hizo y que el gremio no "sabe" reclamar judicialmente.
Sólo basta con mirar unos segundos sus publicaciones de campaña para advertir lo que la negación colectiva más grande de los periodistas aún no termina de digerir.
"Este fin de semana nos reunimos con los compañeros periodistas de exteriores, con quienes compartimos un asado de camaradería.
El encuentro fue ameno y dialogamos sobre distintos temas que tiene que ver con la campaña electoral, en función de las elecciones del 18 de julio, y la situación laboral de estos trabajadores. Sobre todo, teniendo en cuenta que las mayores situaciones de precariedad laboral se dan en este ámbito, por la resistencia de los empresarios a actuar dentro del marco de la ley." (www.listacelesteyblancaapt.blogspot.com).
Les faltó decir que después de 9 años manejando el gremio se dieron cuenta que la sal no sala y el azúcar no endulza…
Asistimos con este intento de elecciones truchas a la defunción del oficio de periodista como una de los componentes fundamentales del gremio (ni qué hablar de los efectos hacia la sociedad en su conjunto que esto trae aparejado). Digan lo que digan, los periodistas le dimos pensamiento, dirección, sentido y propósito a la APT. Y también los periodistas la sabremos sacar del atolladero en el que la hemos dejado caer.
La conducción actual tiene la desfachatez de llevar como candidatos a personas que el propio gremio NUNCA logró sacar de su precariedad laboral. Es decir que estos mismos candidatos pretenden tener injerencia en la vida institucional del gremio cuando ni siquiera tienen las pelotas suficientes para arbitrar los medios que la ley les confiere para dejar de ser precarizados. Tiene, además, entre sus candidatos a un delegado -Sergio Sánchez- que tiene un triste récord: es el único delegado de un medio que votó en contra de la reincorporación de un compañero despedido (y, obvio, perdió).
Qué nos espera entonces?
Simplemente, más de lo mismo. Más verso y más afichetas contra el empleo en negro. Más subisidios a las empresas de los amigos. Más asados. Mas fútbol. Más abogados de empresarios "defiendiendo" a los trabajadores (tal el caso de Enrique López Domínguez abogado multipropósito de Llaryora, el Gremio, Alperovich y Miranda). Más conferencias y Libritos con descuento de El Griego. Esto es lo que nos espera: una versión recargada de gijenismo explícito y sin atenuantes en el que el que se anime a pensar y levantar la voz será "fusilado" en una asamblea por el voto mayoritario de los rehenes de la obra social.
A esta altura es tragicómico hablar de cumplimiento de la ley 12.908 y los convenios colectivos de trabajo. Esta comisión directiva lleva 9 años de hegemonía total (por el derrotismo de todos-me incluyo-) y pretende que le agradezcamos haber dejado entrar por la ventana a la precarización y el bastardeo a la prensa, dándole un cheque en blanco por otro período.
Estos directivos que le insumen a las arcas del gremio y la obra social MAS MEDIO MILLON DE PESOS EN SUELDOS AL AÑO, no puede esbozar ya siquiera un discurso creíble en pos de la calidad del trabajo de sus afiliados ya que la mayoría de ellos está por debajo de la línea de pobreza y aún los que cobran "en blanco" tienen un salario de carácter meramente alimenticio.
Mucho menos pueden mostrar un plan serio de blanqueo de los trabajadores precarizados.
Por eso el planteo de Jade y Facundo no es una mera formalidad, como se pretende hacer creer. No coman vidrio compañeros.
Por el contrario, es un planteo que mete el dedo en la herida que sentimos todos los integrantes de un gremio que en la última década se ha convertido en una asociación de taquígrafos del poder, un club de fútbol, una parrillada, una empresa con gerentes VIP, una agencia de propaganda o en una fundación de subsidios cruzados entre directivos. Se ha convertido en muchas cosas la APT,menos en lo que debe ser: La representante legítima de los trabajadores frente a las patronales.
Estas elecciones truchas caerán., no tengo dudas. Pero abrirán un interrogante de fondo. ¿Podremos generosamente construir una fuerza capaz de sostener una renovación de la APT?
Nunca es tarde; compañeros. Si empezamos a despertar y nos hacemos cargo de nuestro pasado y nuestro presente.
Les mando un gran abrazo.

Julio Valenzuela
Periodista/Afiliado Nº503.
Ex delegado de redacción de el periódico, ex vocal y secretario de prensa de la APT siempre ad honorem. Creador del primer órgano de prensa del Gremio (Bajando Teclas).
Ex subsecretario de Información Pública, creador del portal www.tucuman.gov.ar, primer portal gubernamental en publicar las cuentas públicas, el registro de leyes y decretos y el Boletín Oficial en internet (año2000).
Despedido sin causa de el periódico, junto a más de 15 periodistas. Actual gestor de prensa de la Diputada Stella Maris Córdoba y en busca de un empleo no precario en los medios.

PD: Una aclaración: Yo no soy candidato ni puedo votar no porque no quiera enfrentar electoralmente a nadie sino por que el Estatuto de la APT me lo impide hasta que mi capacidad laboral, mis destrezas, mis lobbys y la providencia me den un trabajo en relación de dependencia en algún medio de la provincia.