Los sueldos magros y los empleados en negro han sido una constante en el diario El Siglo. Hoy el sueldo de un periodista "contratado" porque nadie firmó nada) es de $600, que a su vez se cobran atrasados y cada quince días. Los empleados que tienen más años de antigüedad tienen un sueldo de alrededor de $1.200.
Hasta el año pasado, los empleados del diario cobraban sus sueldos a partir del 15 de cada mes, y hacia fin de año, el sueldo directamente dejó de pagarse, y los compañeros de ese medio comenzaron a cobrar parte de diciembre recién a mediados de febrero. Por su parte, enero está siendo liquidado en sumas de $150, y de más está decir que aún no hay noticias de la liquidación de febrero.
A eso se suma que los empleados no tienen obra social, y por lo menos el 80% está trabajando en negro.
Mientras tanto ya pasaron muchas inspecciones de la Secretaría de trabajo, de las cuales los compañeros de El Siglo no tuvieron noticias. Se realizaron muchas asambleas, y los empresarios no dieron ninguna respuesta. Hace muchos años que esta empresa periodística pasa de mano en mano sin que se vean las soluciones.
Como Corriente de Trabajadores de Prensa, nos interesa dar a conocer esta situación para que todos sepamos cómo es se trabaja en El Siglo,y para que además estemos alertas acerca de la situación de los compañeros que hoy, no pueden siquiera contar con un gremio de prensa, que adquiere a medida que avanzan las opresiones sobre los trabajadores, una actitud cada vez más pasiva. No defienden a los compañeros y tampoco colaboran con ellos brindándoles por lo menos una cobertura de salud.
Creemos, como trabajadores de prensa y como Corriente, que tenemos que defender a nuestros compañeros de El Siglo, a aquellos que encontramos diario a diario desempeñando con mucho profesionalismo y responsabilidad su tareas periodísticas, y que todos los días se juegan al igual que nosotros por cumplir con esta función social de informar. Además le exigimos al gremio que se haga cargo del rol que
debe tener, e informe a todos sus afiliados los pasos que dan para solucionar la situación. Le exigimos coherencia a una APT que levanta las banderas en contra del trabajo en negro y el empleo precarizado.
20.3.08
11.3.08
Repudio a la represión
Una vez más, los representantes del pueblo apuntaron contra los trabajadores y le lanzaron la Policía a quienes ejercen su derecho a protestar. En una vergonzosa sesión, en la que ya no había nada para debatir, porque sólo se proponía cumplir la orden del gobernador Alperovich, el Concejo Deliberante de la capital votó el aumento del cospel, desoyendo a la protesta popular que se desarrollaba en la puerta de la sala de reuniones. Mientras los concejales, como habían acordado, levantaban la mano contra el pueblo, la Policía, a palos y empujones, acallaba la protesta.
En esta misma jornada, y mientras desempeñaban su actividad periodística, también fueron reprimidos nuestros compañeros Oscar Abregú, de Canal 5 de ATS, Sebastián Pisarello, de la revista Contrapunto y a Jorge “Corcho” Rodríguez de Antena 8.
La Corriente de Trabajadores de Prensa repudia enérgicamente la represión a los manifestantes y la detención de dos estudiantes. También repudiamos la agresión a los trabajadores de prensa, en un claro ataque a la libertad de expresión e información. Exigimos que se dé a conocer el responsable de la orden de reprimir y que se lo castigue. Exigimos que se acabe la impunidad en nuestra provincia.
En esta misma jornada, y mientras desempeñaban su actividad periodística, también fueron reprimidos nuestros compañeros Oscar Abregú, de Canal 5 de ATS, Sebastián Pisarello, de la revista Contrapunto y a Jorge “Corcho” Rodríguez de Antena 8.
La Corriente de Trabajadores de Prensa repudia enérgicamente la represión a los manifestantes y la detención de dos estudiantes. También repudiamos la agresión a los trabajadores de prensa, en un claro ataque a la libertad de expresión e información. Exigimos que se dé a conocer el responsable de la orden de reprimir y que se lo castigue. Exigimos que se acabe la impunidad en nuestra provincia.
5.3.08
Una respuesta sobre las paritarias
La convocatoria a paritarias ahora es mala palabra para la Asociación de Prensa, cuando el año pasado era su caballito de batalla. ¿Por qué? Las razones son muchas y claras, pero primero veamos qué es esto.
Las paritarias son una herramienta legal que permite sentar en la misma mesa a representantes de los trabajadores y de las empresas, con el arbitrio del Ministerio de Trabajo de la Nación, para discutir todos los asuntos relacionados con la actividad, o sólo algunos de ellos, según cómo sea convocada. Las resoluciones tienen carácter de ley, y deben ser respetadas por las partes. Vale aclarar que NUNCA una resolución puede hacer ir en contra de lo conseguido previamente por los trabajadores. Tampoco es cierto que impida el avance de las negociaciones ya iniciadas.
Entre las razones por las que ya no les resulta “conveniente” a las autoridades de nuestro gremio son claras. Por un lado, las paritarias conllevan un alto nivel de movilización y organización de los trabajadores. Deben decidir, designar delegados paritarios… participar. Y eso no le conviene a quienes pretenden mantener las cosas como están y gozar de los beneficios de una estructura poderosa económica y políticamente.
Otro punto importante surge de una pregunta: ¿a quiénes beneficia y a quiénes perjudica la convocatoria a paritarias? Por supuesto que apuntan a mejorar la situación de los trabajadores, tanto en la cuestión salarial como en las condiciones laborales en general. Y perjudica a esos empresarios que tienen empleados en negro, que no hacen los aportes provisionales y sociales. De esos, en Tucumán, tenemos demasiados, y también en los medios de comunicación. Para esos empresarios es mucho más fácil arreglar con los dirigentes y no someterse a un escalafón que seguramente hará que sus ganancias empiecen a ser menores. Redistribución de las riquezas, se llama eso.
En el caso de Tucumán, empresas como El Siglo, El Tribuno, El Periódico, las radios AM y FM, y los canales de cable, tendrían que equiparar los salarios de sus empleados con los de las empresas más estables y fuertes de la provincia.
La pregunta encontró su respuesta.
Por Facundo Pereyra, miembro de la CTP.
Las paritarias son una herramienta legal que permite sentar en la misma mesa a representantes de los trabajadores y de las empresas, con el arbitrio del Ministerio de Trabajo de la Nación, para discutir todos los asuntos relacionados con la actividad, o sólo algunos de ellos, según cómo sea convocada. Las resoluciones tienen carácter de ley, y deben ser respetadas por las partes. Vale aclarar que NUNCA una resolución puede hacer ir en contra de lo conseguido previamente por los trabajadores. Tampoco es cierto que impida el avance de las negociaciones ya iniciadas.
Entre las razones por las que ya no les resulta “conveniente” a las autoridades de nuestro gremio son claras. Por un lado, las paritarias conllevan un alto nivel de movilización y organización de los trabajadores. Deben decidir, designar delegados paritarios… participar. Y eso no le conviene a quienes pretenden mantener las cosas como están y gozar de los beneficios de una estructura poderosa económica y políticamente.
Otro punto importante surge de una pregunta: ¿a quiénes beneficia y a quiénes perjudica la convocatoria a paritarias? Por supuesto que apuntan a mejorar la situación de los trabajadores, tanto en la cuestión salarial como en las condiciones laborales en general. Y perjudica a esos empresarios que tienen empleados en negro, que no hacen los aportes provisionales y sociales. De esos, en Tucumán, tenemos demasiados, y también en los medios de comunicación. Para esos empresarios es mucho más fácil arreglar con los dirigentes y no someterse a un escalafón que seguramente hará que sus ganancias empiecen a ser menores. Redistribución de las riquezas, se llama eso.
En el caso de Tucumán, empresas como El Siglo, El Tribuno, El Periódico, las radios AM y FM, y los canales de cable, tendrían que equiparar los salarios de sus empleados con los de las empresas más estables y fuertes de la provincia.
La pregunta encontró su respuesta.
Por Facundo Pereyra, miembro de la CTP.
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